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Antes de que surgiera la escritura, las personas realizaban marcas en madera, piedras o huesos para registrar el paso de los días o sus pertenencias.
La civilización sumeria desarrolla el primer sistema numérico simbólico. El sistema es sexagesimal (tiene base LX). Esto debido a la forma en que los sumerios contaban con sus manos.
Los babilonios en Mesopotamia calcularon que la circunferencia de un círculo mide aproximadamente III veces la medida de su diámetro.
El antiguo Egipto fue de las primeras civilizaciones en usar fracciones. Aunque no las usaban en la forma en que lo hacemos ahora, para ellos el único valor permitido en su numerador era el I, pero mediante sumas y restas lograban representar fracciones distintas.
Los antiguos griegos descubren el radio de oro también conocido como la proporción áurea y consideran que les permite construir atractivos patrones de rectángulos, los cuales usan en sus templos.
El matemático griego Pitágoras presenta el famoso teorema que lleva su nombre. Aunque este resultado ya era conocido por civilizaciones anteriores, Pitágoras y su escuela fueron los primeros en demostrarlo.
Se publica Los Elementos de Euclides, el tratado de matemáticas más importante de la antigüedad.
El matemático hindú Brahmagupta introduce la idea del cero para representar la ausencia de algo. La creación del cero permite el desarrollo de sistemas numéricos posicionales.
El matemático persa Al-Khwarizmi desarrolla el sistema de numeración indoarábigo, que es el más usado actualmente.
Los artistas renacentistas descubren que pueden usar matemáticas para mejorar la apariencia tridimensional de sus pinturas, mediante el uso de la perspectiva.
Aunque el concepto de infinito ya se conocía antiguamente, fue el matemático británico John Wallis quien por primera vez utilizó un símbolo para representarlo. Este símbolo (∞) es usado aún para representar el infinito.
Los números primos son aquellos que solo se pueden dividir entre ellos mismos y entre I, por ejemplo: II, III, V y VII. Desde tiempos de Euclides se sabe que hay una cantidad infinita de ellos, pero el más grande conocido es el resultado de la siguiente operación:
282.589.933 − 1
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